Abeja reina
El Centro Genético de producción de abejas reinas ubicado en el consejo popular de Cascorro, en Guáimaro, fue escenario del Taller provincial de crianza de estos laboriositos insectos. Así describe su información la colega Katia Gaindo Rivero.
El principal interés del encuentro fue la capacitación de los productores del territorio agramontino en aras de lograr ejemplarles de alta calidad.
Entre las temáticas debatidas estuvo el proceso técnico de obtención de la abeja reina, en el cual es imprescindible la correcta selección, a solo 24 horas de nacida, de la larva a desarrollar y la alimentación de la colmena.
Alcides Palenzuela Martínez, especialista en genética de la Unidad Empresarial de base provincial de la apicultura, impartió el taller en el cual estuvieron presentes criadores de abejas de los municipios de Vertientes, Esmeralda, Camagüey Minas y Najasa.
Omelio Barba Alonso, director provincial de la apicultura, quien también estuvo presente en el encuentro significó que al cierre de 2012, periodo en el que Camagüey resultó el mejor territorio del país, los apicultores de la tierra el mayor, culminaron el primer trimestre del año con sobre-cumplimiento en la producción de miel, propolio, cera y abejas reinas, así como en el crecimiento de colmenas.
Las abejas producen sin parar y con calidad
Resulta fascinante que en la naturaleza existan seres tan pequeños que traigan al hombre grandes beneficios. Las abejas representan el paradigma de la laboriosidad y el empeño, protagonistas de un interesante y organizado modo de vida, que sólo con paciente estudio ha logrado salir a la luz y maravillar a todos. Del resultado de su encomiable esfuerzo se deriva la obtención de un sinnúmero de sustancias de alto valor nutricional y medicinal, que el ser humano ha procurado utilizar para su provecho.
Vale destacar que las abejas en su ajetreo diario utilizan el néctar de las flores y la ligamaza (líquido viscoso producido por afidios y cochinillas) como materia prima básica para la producción de la miel. Cada kilogramo de miel exige unos cincuenta mil viajes; es decir, en cada trayecto una abeja transporta a la celda el néctar suficiente para obtener dos centigramos de miel.
Otros elementos como la jalea real, el polen y los propóleos complementan la enorme riqueza que nos proporcionan estos dorados insectos.
Walvisión 